Hierro para plantas. Sulfato de hierro granulado reverdeciente para plantas, árboles cítricos, frutales, limonero. Abono hierro contra clorosis férrica.
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✔️¡¡¡ MEJORA LA ABSORCIÓN DE NUTRIENTES POR LAS RAÍCES !!! El SULFATO DE HIERRO actúa modificando el pH del suelo aumentando y manteniendo su acidez, ayudando así a intensificar el color verde de nuestras plantas y previene la clorosis férrica. Tus plantas estarán más verdes ayudando a asimilar tanto el hierro, como el resto de nutrientes en la planta o árbol. La deficiencia del hierro es un factor limitante en el crecimiento de las plantas, de ahí que necesiten un aporte en forma de sulfato.
✔️¡¡¡ REDUCE EL PH EN SUELOS ALCALINOS !!! Muy importante en plantas acidófilas que requieren de suelos ácidos con un PH bajo. Algunas de estas plantas son la buganvilla, orquídea, camelias, ficus, gardenia, dalia, hortensias, azaleas…
✔️¡¡¡ PREVENCIÓN Y CURACIÓN DE LA CLOROSIS FÉRRICA !!! FORMATO GRANULADO = LIBERACIÓN LENTA. Este formato granulado, es de muy fácil uso, ya que se aplica directamente al suelo. Al ser granulado, produce una liberación lenta, que hace más duradero su efecto, protegiendo al cultivo de la aparición de clorosis férrica, o corrigiéndola si ya han aparecido los primeros síntomas . Si tus plantas tienen síntomas graves de clorosis férrica, te recomendamos que utilices uno de nuestros quelatos de hierro, que tienen un rápido efecto.
✔️¡¡¡ PARA TODO TIPO DE PLANTAS Y CULTIVOS !!! Como regulador del PH del suelo y como mejorante de la absorción de nutrientes de las plantas, el sulfato de hierro es un abono que puede utilizarse en todo tipo de cultivos, plantas o árboles, en maceta o en el terreno, cuando el suelo o la planta lo requieran.
✔️DOSIS Y APLICACIÓN: El sulfato de hierro granulado, se aplica directamente al suelo, y la dosis depende del uso. USO DOMÉSTICO: Aplicar una vez al mes de 2 a 3 cucharadas soperas para maceta de 40 cms. de diámetro. Aumentar o disminuir esta cantidad según el tamaño de la maceta. – USO AGRÍCOLA: La dosis a utilizar varia dependiendo del cultivo, del suelo, época de aplicación... pero se puede hacer una recomendación de entre 400 a 600 kg/Ha.
✔️¡¡¡ ENVASE CÓMODO Y PRÁCTICO !!! Las opciones de 1 y 1,5 kgs., se envasen en bolsa doypack aluminizada con base, cierre zip hermético y reutilizable, que protege de la luz solar y permite una óptima conservación y un cómodo almacenaje. Estos envases pequeños, son mucho más cómodos de manejar que el formato de 25 kgs.
Qué es el sulfato de hierro
Cuando hablamos de sulfato de hierro para jardinería nos estamos refiriendo siempre al Sulfato de hierro (II), un compuesto químico que se consigue al hacer reaccionar ácido sulfúrico con hierro metálico.
Es muy fácil de encontrar en tiendas de jardinería y otras superficies especializadas, habitualmente en dos grandes formatos: como polvo, de color verde azulado, o en forma de gránulos de color blanco o marrón. El polvo es de absorción más rápida, mientras que los gránulos actúan mucho más gradualmente.
Para qué sirve el sulfato de hierro para las plantas
El principal uso que se da a esta sustancia en jardinería es para bajar el pH del suelo. Las plantas necesitan absorber multitud de nutrientes del suelo, pero cuando este es demasiado alcalino, las raíces no pueden seguir obteniendo el hierro que necesitan y entonces aparecen los síntomas de clorosis férrica. Cuando las hojas de la planta parecen perder color y solo los nervios se ven verdes, es señal inequívoca de clorosis, y normalmente no quiere decir que el sustrato o el suelo no tengan hierro, sino que las raíces de la planta no pueden absorberlo a causa de un pH demasiado elevado.
Esto ocurre especialmente a menudo con plantas como hortensias, camelias, gardenias o azaleas, entre muchas otras. Son las especies de plantas acidófilas, que necesitan de suelos ácidos para poder desarrollarse bien, es decir, de pH bajo. En este punto las hortensias merecen una mención especial, y es que a menudo se les fuerza a poner sus flores rosas induciéndoles la clorosis, en una práctica que estresa y amenaza gravemente la salud de la planta. Si vas a hacerte con una hortensia de flores rosas, asegúrate de que lo son por variedad, y que sus hojas se vean de un saludable verde y no amarillas o blancas. Aquí puedes conocer más sobre las Plantas acidófilas: qué son, ejemplos y cuidados.
También es común encontrarse con plantas que sufren de clorosis férricas en zonas donde el agua corriente tiene mucha cal. Regar las plantas con agua corriente es una práctica muy común, y que no tiene nada malo cuando no tratamos con especies acidófilas. Sin embargo, cuando el agua está muy cargada de cal, su riego de forma continuada acaba por alterar en profundidad el pH del suelo, elevándolo y haciéndolo alcalino. Si empiezas a usar sulfato de hierro para tus plantas porque lo necesitan, asegúrate de empezar a regar con agua neutra, o de dejarla reposar durante 24 horas antes de usarla, y no utilizar los últimos centímetros del recipiente.
Para aprender más sobre el tema, te recomendamos leer sobre Cómo medir el pH de la tierra. También te aconsejamos conocer más sobre este problema leyendo este otro post acerca de la Clorosis en las plantas: qué es y cómo eliminarla.
Cómo usar el sulfato de hierro para las plantas
Lo más normal es aplicarlo diluido en el agua de riego o bien añadirlo a la tierra de las plantas en el jardín. En macetas, es más común limitarse a cambiarles el sustrato por uno específico para plantas acidófilas, que ya tiene un pH adecuado.
En agua de riego la proporción tiende a ser de 3 gramos por litro, mientras que en tierra lo habitual es usar unos 40 gramos por metro cuadrado. En ambos casos, la aplicación no servirá si no dejamos de regar con agua corriente o si no la reposamos antes. Aún así, es importante leer las especificaciones e indicaciones concretas de cada producto y asegurarse de seguirlas. Si la clorosis férrica no se detiene rápidamente, la salud de la planta empeorará cada vez más hasta acabar teniendo fatales resultados, así que hay que actuar siempre con premura.
Ahora que conoces los usos del sulfato de hierro para las plantas, te animamos a descubrir el Azufre para las plantas: beneficios y cómo aplicarlo.
Clorosis en las plantas: qué es y cómo eliminarla
La clorosis es una de las dolencias que comúnmente afecta a las plantas, ya que puede ser causada por múltiples razones, y produce una reducción de la clorofila. Precisamente por esto, es importante conocerla bien para poder ponerle remedio antes de que resulte fatal.
Si te preguntas qué es la clorosis férrica, clorosis cálcica o, simplemente, clorosis, y cómo puede tratarse, presta atención a esta guía práctica de jardinería que verás en este artículo de EcologíaVerde en el vamos detallar qué es la clorosis en las plantas y cómo eliminarla.
Clorosis en las plantas: qué es y causas
Todas las plantas necesitan clorofila para poder llevar a cabo la fotosíntesis que les aporta energía. Para poder producir clorofila, necesitan tener acceso a hierro como nutriente. Cuando este es insuficiente, la planta empieza a amarillear por su incapacidad de mantener la producción de clorofila, que es lo que les da el color verde a las hojas. Este proceso es lo que se conoce como clorosis o clorosis férrica.
Las causas por las que la planta puede presentar clorosis son muy variadas. Desde la más simple y directa, que es que el suelo sea pobre en hierro o nutrientes, hasta que el pH del sustrato sea demasiado alto, ya que la alcalinidad impide a muchas plantas que puedan absorber el hierro adecuadamente.
Otras causas de la clorosis en las plantas muy comunes son:
· Las raíces estén dañadas o insuficientemente desarrolladas.
· Un riego excesivo haya encharcado el suelo, ahogando a la planta.
· Las temperaturas muy bajas también tienden a producir clorosis, ya que dificultan a la planta la producción de clorofila, y los suelos ricos en caliza o con altos contenidos de manganeso, cinc o cobre (como los presentes en algunos fungicidas) también tienen la capacidad de producir carencias de hierro.
Clorosis en las plantas: síntomas
El primer y más claro síntoma de la clorosis es la pérdida del color verde en las hojas de la planta. Cuando la hoja empieza a amarillear en el espacio entre nervios, pero manteniéndose el nervio principal verde, es muy probable que la planta esté sufriendo de clorosis.
Esta empezará con una pérdida leve de color, haciéndose más claro gradualmente hasta acabar volviendo a las partes afectadas totalmente amarillas o incluso blancas. Cuanto más tiempo lleve la planta afectada por las condiciones que le impiden absorber el hierro, más grave será su clorosis. Lo habitual será que la clorosis empiece a mostrarse en solo algunas partes y, aunque es posible que la afectación no llegue a extenderse a toda la planta, es probable que acabe por matar la planta si no se toman medidas al respecto. Si los nervios de la hoja se muestran también amarillos significa que la clorosis ya es grave. A esto le seguirá la necrosis de la hoja entera, siguiendo luego a la rama y a la planta entera.
Es importante prestar atención a cómo está apareciendo la clorosis, ya que puede darnos pistas de cuál es el problema que la causa:
· Si la clorosis empieza a manifestarse en el amarilleamiento de las hojas más jóvenes, esto indica una falta de hierro.
· Si, en cambio, las hojas que amarillean antes son las viejas, es probable que la deficiencia sea más de zinc o manganeso.
Cómo eliminar la clorosis en las plantas
Para eliminar la clorosis en las plantas será necesario poner remedio al factor que esté privando a la planta de la absorción de hierro. Como hemos citado antes, estos son variados, así que vamos a ver los casos de clorosis más comunes y sus causas:
· Clorosis férrica en la vid: en el caso de las vides la solución a la clorosis pasa por la aplicación de sulfatos o quelatos de hierro al cultivo. El aporte de fertilizante ecológico, es decir, materia orgánica, también ha demostrado ser efectivo si se aplica en las suficientes cantidades.
· Clorosis en el césped: en el caso del césped, lo más común es que la clorosis se presente o bien porque el suelo es muy calcáreo, en cuyo caso se hace necesaria la aportación de elementos que ajusten el pH del suelo, o por el clima local, especialmente en veranos muy calurosos.
· Clorosis en rosales: siendo arbustos, la clorosis en los rosales no es distinta de la que puede afectar a cualquier otra planta. En estos casos la causa más probable será o bien un exceso de riego, o un pH poco adecuado en el suelo. Bastará con ajustar la frecuencia de riegos o el nivel de acidez-alcalinidad del suelo.
· Clorosis en frutales: es también común encontrar casos de clorosis férrica en perales u otros tipos de frutales. El tratamiento para la clorosis férrica en cítricos y otros árboles puede ser más variado, ya que el mayor volumen de la planta permite otros tratamientos, como la aplicación de ampollas o de agujeros en el tronco por los que suministrar a la planta esos nutrientes que necesitan. Eso sí, deben ser aplicados por profesionales para evitar errores.
· Clorosis en las plantas acuario: las plantas de acuario también necesitan el hierro, y aguas con un contenido muy alto de calcio o con muchos detritus pueden impedir la correcta fijación del hierro por parte de las plantas. Será necesario ajustar los niveles de pH o añadir fertilizantes.
Ahora que ya conoces más sobre la clorosis en las plantas, te recomendamos este otro artículo de EcologíaVerde sobre las Hojas amarillas en las plantas: por qué salen y soluciones.
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